domingo, 15 de septiembre de 2019

El lince representante


El lince Celedonio Agudo siempre fue espabilado;
desde su más tierna infancia, destacó por avispado.

Era ocurrente y gracioso, más también sensible y tierno;
aunque era de familia pobre, tenía alegría en invierno.

Cuando fue un adolescente, las desgracias sucedieron:
la muerte se presentó y sus padres sucumbieron.

Lo internaron con las monjas en un bonito orfanato;
allí aprendió cuanto pudo y lo educaron sensato.

 Algunos de sus hermanos quedaron en el camino
y a partir de ese momento, cambiaría su destino.

Empezó a trabajar temprano para ganarse el sustento
y realizó mil oficios, sin dudas ni miramiento.

Primero fue pastelero y ayudante limpiabotas;
después acomodador y siempre sacó buena nota.

Siendo tan intuitivo, sociable y extrovertido,
decidió hacerse <<viajante>> de comercio ultramarino.

Se le dieron bien las ventas y el trato con el cliente;
como era astuto y amable supo hincar bien el diente.

En una de sus visitas conoció a una gata hermosa;
quedose prendado de ella, convirtiéndola en su esposa.

Formaron una familia donde había calor y cariño,
pero hubo que <<currar >> más con la llegada de los niños.  

Se hizo representante, prosperando en sus negocios
y después de algunos años, lo pudo combinar con ocio.

Ahora que ya es mayor, disfruta de su pensión;
con hijas, nietos, sudokus y juegos en el salón.

Contento está con su vida y aquello que consiguió,
con el sudor de su frente: a nadie nada debió.

Pensando en duros comienzos, sin tener nada en el vientre;
se le ilumina la cara, al ver que es el mismo de siempre.

<<La vida te pone a veces en grandes dificultades;
 tu ingenio y tu valentía deberán ser tus facultades>>.
                                  
Si además eres honesto y mantienes fiel tus valores,
todos te recordarán con admiración, respeto y honores…

©Vegalur

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