lunes, 17 de marzo de 2014

" El arte de saber envejecer "




Tras el comentario de una buena amiga en mi blog , a propósito del paso del tiempo - y más concretamente en relación a la juventud frente a la madurez - sentí la necesidad de escribir algo sobre este tema, reflexionando sobre las cualidades y beneficios de cada una de esta etapas de nuestra vida .

Recordando a Rubén Darío- maravilloso poeta del XIX - quién en uno de sus poemas recitaba aquello de " Juventud, divino tesoro ya te vas para no volver, cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer..." , no podría estar más de acuerdo con tal afirmación pues la adorada juventud -  recordada más tarde con la llegada de la madurez- posee esta nostálgica dualidad:
Efectivamente , durante esta etapa todo parece positivo pues no hay responsabilidades, impedimentos ni límites a nuestra imaginación ; no se tiene miedo a nada - o casi nada - y uno solo piensa en soñar y divertirse...
Bien es verdad , sin embargo, que también se es más inconsciente , caprichoso e inestable emocionalmente a la par que inseguro en general pues las emociones, pasiones y deseos van de la mano aunque no siempre se canalizan y saben gestionar adecuadamente.

De ahí que con el devenir de los años , recordemos muchas veces todo aquello que pudimos haber dicho o hecho y no llegamos a cumplir. Después con la llegada de las responsabilidades en la madurez y sobre todo con la llegada de los hijos - Cada uno vivirá esta etapa según la intensidad de sus circunstancias - nos olvidamos un poco de nosotros mismos en pos de nuestras exigencias o presiones cotidianas . Sin embargo, alcanzada la franja de los cuarenta o cincuenta, y tras habernos liberado de gran parte de nuestra " carga ", recuperamos la libertad perdida , pudiendo organizar nuestro tiempo como queremos, priorizando y dando rienda suelta a nuestros pensamientos y sueños  porque ya se sabe que " soñar no cuesta dinero ".

Yo creo que la madurez es una etapa maravillosa al igual que la juventud, si sabemos divertirnos, aprovechando todas las oportunidades que la vida nos presenta a cada paso pues es ahora cuando realmente sabemos lo que queremos y sobre todo, lo que no queremos.


No podemos malgastar nuestro tiempo en pensar en todo lo que se pudo hacer y no se hizo y todo aquello que pudo haber pasado y no pasó. Hay que mirar al frente, con paso firme, optimistas y sin miedo al futuro. 

La esencia de cada etapa de nuestra vida está en la manera de vivirla sinceramente, de una forma natural y con inteligencia emocional: No hay nada más cómico que ver a jovencitos hablando, comportándose e incluso vistiendo como personas mayores y nada más estrafalario y ridículo que ver a personas " de una cierta edad " , vestirse y comportarse como adolescentes o jovencitos en plena efervescencia amorosa.
Pienso que saber envejecer es un verdadero arte en el que cada uno de nosotros puede ser el escultor o pintor de su propia vida ; en consecuencia habrá que vivirla como cada uno sepa o quiera hacerlo pero ¡ Por favor! , hagámoslo siendo fieles en todo momento a nosotros mismos ( Es bien sabido, entre quienes me conocen un poco, que éste es mi lema ).

Más tarde, - aunque no me gusta adelantar acontecimientos - , con la llegada de los nietos y el aumento del tiempo libre, habrá otros muchos alicientes que vendrán a enriquecer nuestra existencia; pero, como quedan años por delante, - y espero que muchos - esta es otra historia...

 ©Vegalur  "Missneuras"