domingo, 21 de junio de 2015

Rutinas




 
Suena el despertador.
Cada día se me antoja más temprano...

Necesito urgente un alargador pues me cuesta un riñon callar la boca del maldito tirano.
Ni un  solo día perdona y su infernal sonido,
me hace brincar de un salto de mi mullido letargo.

Me lavo la cara protestando
y abro los ojos por instinto,
para decirme a mi misma que el sueño terminó dejando paso a la rutinaria realidad...

Camino hacia la cocina y miro tras la ventana, solo por comprobar que ya están puestas las calles - Para mí y mis torpes tacones - ( aunque nunca supe andar con ellos, esta es  la triste verdad )

Me preparo un café cargado y tomo mis cereales, mientras repaso mentalmente las previsiones del día.
Objetivo: Motivación



鏡を見る若い女性のセット
Imagen de internet
De cara al espejo, nunca apruebo mi peinado ( Hay cosas que nunca cambian, siempre fue así... )
Difumino mi cara y mis ojeras con un poco de color, maquillando mis ojos y avivando mi boca con un poco de carmín - Las pinturas de guerra forman parte del ritual ...-

La sonrisa está puesta y, tras vestirme, voy saliendo por la puerta dispuesta a comerme el día, esperando, como siempre, que algo bueno tiene que suceder...
Piso firme la calle y aguardo paciente el bus, el mismo que ha de llevarme a la estación,
allí  donde he de coger el tren, como cada día a la misma hora...

 ©Vegalur " Missneuras " 


sábado, 13 de junio de 2015

" Cada día a la misma hora: Los viajeros cercanos "


Una vez más, como cada día a la misma hora,

me encuentro en la estación esperando subirme al tren que, puntualmente, ha de llevarme a mi destino.

De nuevo, observo en el andén los mismos rostros soñolientos que, con un mismo fin, emprenderán este cercano y rutinario viaje.

Sentada en el vagón, comparto lectura y esquivas miradas con quienes , como yo, sueñan imaginando un mejor final para su agradable trayecto.

El café sabor exprés en mano y el ejemplar del diario gratuito, van logrando despertar a los viajeros que poco a poco, estación a estación,van tomando conciencia de cuál es su dirección.

El dulce vaivén del tren, me sume en un complaciente bienestar que me hace olvidar por momentos cual es la mía, provocando en mi boca una dulce sonrisa...

Comienzo a imaginar un más largo recorrido con final feliz quedando muchas veces rezagada en los brazos de Morfeo.

De reojo tras mis lentes, observo con consuelo los bostezos de unos pocos, la amarga actitud del “ ¡un día más!,  los suspiros contenidos , los pensamientos en blanco al desconectar… 

Sin darme cuenta, en apenas media hora, ha despegado el día.
Me levanto del asiento y me bajo del tren camino a la salida.
Antes de cruzar la puerta, un pequeño respiro, una enmarcada sonrisa y buena actitud para empezar una nueva jornada con optimismo y buen humor...


©Vegalur “Missneuras”