lunes, 17 de diciembre de 2012

El embrujo del pueblo Indalo




             Relato fantástico basado en hechos reales

En mi vida he oído contar historias fantásticas de todo tipo y me he dejado llevar  por la imaginación y  la atmósfera del  momento; me inquietaban pero no les dí excesivo crédito, esa es la verdad…Siempre pensé en la sugestión e incluso en la histeria colectiva para hallar una explicación a cualquier relato de esta índole.
Sin embargo, esta opinión cambió tras mi visita al pueblo Indalo un verano del 98. Tres amigos y yo, habíamos decidido pasar allí unos días, aprovechando las vacaciones estivales; no conocíamos el lugar y a priori parecía un lugar privilegiado de la costa almeriense. Nunca después hemos vuelto allí, tras aquella corta estancia y los inquietantes acontecimientos vividos...
Decidimos alquilar una casita a las afueras del pueblo, cerquita de la playa y lo primero que hicimos al llegar, fue quedar con el propietario. Nos citó en la capital cercana y  tras una presentación que se nos antojó corta y precipitada, nos entregó sus propias llaves de la casa de alquiler; nos comentó que eran las únicas de que disponía pues los anteriores inquilinos se habían marchado días antes de lo previsto, sin avisarle y no devolviéndole las suyas.
No le dimos mucha importancia al asunto ni volvimos a pensar en ello pues, tras más de siete horas de viaje, solo pensábamos en llegar y descansar un rato.
La casa resultó ser un dúplex precioso y de un blanco encalado que relucía con el ardiente sol de la costa. Poseía dos plantas, un garaje al que se accedía desde el salón de la casa y un solárium al que se accedía desde uno de los dormitorios en la planta superior.
Al llegar, metimos el coche en el garaje donde unos cuantos “ cachivaches “ mugrientos, esparcidos por el suelo, hacían presagiar el poco amor por el orden y el concierto por parte de su propietario; pero nada anormal que nos pudiera sorprender…
Entramos después en la casa, donde todo parecía en su lugar y decidimos el reparto de habitaciones: Dos eran los dormitorios dobles, separados por un cuarto de baño, que habría que compartir. Cada pareja entramos en nuestra habitación y comenzamos a deshacer las maletas. Comenzábamos a guardar la ropa en los armarios, cuando de pronto, mi amiga nos llamó a voz en grito desde el dormitorio contiguo al nuestro. Había descubierto en un rincón de su armario, una caja abierta, llena de ropa y había decidido hurgar un poco: Se trataba de unas sábanas estampadas de color azul, en las que se divisaba una gran mancha de sangre que ocupaba las tres cuartas partes de la tela. Lo primero que hicimos fue llamarle la atención, pues su curiosa naturaleza y viva imaginación nos había metido ya en más de un comprometido aprieto; después intentamos tranquilizarla, dejando la ropa de cama de nuevo en su lugar de origen. Tras visitar el resto de la casa, decidimos ir a la playa a darnos un baño y de regreso al atardecer, nos dirigimos   al pueblo con intención de cenar.

El centro del pueblo distaba unos dos Kilómetros de la casa y nos pareció interesante acercarnos hasta allí, dando un paseo. Se respiraba un agradable olor a buganvilla y las casas empezaban ya a mostrar en sus balcones y muretes las misteriosas flores blancas que solo dejan verse al caer el sol. No recordaba el nombre de esa mágica flor y cuando le pregunté a mi amiga por ello, alguien tras de mí me susurró “ Es la dama de noche “;  me giré de inmediato para agradecer la información y descubrí sorprendida que no había nadie tras de mí.- ¿Habéis escuchado eso? ¿Me habéis contestado vosotros?- pregunté… ¿ Qué cosa? – dijeron al tiempo -  Ninguno de ellos contestó pues ninguno conocía el nombre de la flor; cuando les comenté lo sucedido, supusieron que alguien me lo habría soplado al escucharme desde el otro lado de algún murete… ¡Qué no ,caramba! grité yo - había alguien tras de mí pues fue un susurro; acto seguido me giré de nuevo, descubriendo tras de mí al final de la calle, una silueta de mujer que, vestida de blanco hasta los pies, me sonreía dulcemente.¡ Mirad, allí! -Grité alterada, señalando – pero cuando todos volvieron la cabeza, la silueta había desaparecido… Creí morirme, pero los tres bromearon con el inquietante nombre de la dama de noche que, probablemente, me habría hecho sugestionarme hasta creer verla ante mí. Como nunca creí en fantasmas, decidí olvidar el tema y divertirme con mis amigos en el pueblo.
La vuelta, transcurrió sin incidentes de manera que no volví a pensar en ello. Dormimos como lirones pues el trayecto del  viaje nos había reventado y a la mañana siguiente, no pensábamos más que en dorarnos al sol y bañarnos en la playa.
El segundo día de nuestra estancia, algo llamó mi atención: Cuando bajamos al garaje para coger el coche - Pues habíamos organizado una excursión al atardecer para visitar los pueblos aledaños -  observé la presencia de un mono de trabajo azul, tirado encima de los cuatro trastos viejos que vimos amontonados el primer día; junto a él, aparecía también una gran pala con restos de tierra. Los demás, no le dieron importancia; pensaron que yo estaría equivocada y  que tal vez el mono y la pala siempre habrían estado allí sin reparar en ello el día de nuestra llegada. Empecé a pensar que alguien más tenía llave de la casa y había entrado en el garaje quien sabe con qué propósito.  No me quise inquietar pues mis amigos no lo estaban y continué divirtiéndome, no pensando más en dicho incidente.
Esa noche, alterada quizás por los  anteriores acontecimientos, di varias vueltas en la cama y presa de un sudor frio tuve  horribles pesadillas; me desperté en cierta ocasión al escuchar un ruido que provenía de la cocina: Primero, escuché el leve sonido del agua al caer cuando se llena un vaso y  a continuación, un ligero golpecito como si alguien dejara el vaso apoyado sobre la mesa o encimera. Imaginé que alguno de mis amigos habría bajado al piso inferior para beber pues no era de extrañar debido al bochorno de la noche almeriense. Cerré los ojos de nuevo, tranquilizada al escuchar a alguien desvelado como yo,  logrando por fin conciliar el sueño. A la mañana siguiente, les conté mis desvelos a mis amigos y quise saber intrigada quien había bajado a la cocina para beber agua. Ninguno de los tres confesó haber bajado ni haberse despertado en toda la noche; pensaron que esa escena la habría soñado ó lo que es peor habría formado parte de alguna de mis pesadillas. Me hicieron dudar por un momento, pero aún hoy día estoy segura de lo que oí en la  oscuridad aquella noche...


Nuestra tercera estancia, transcurrió sin incidentes, pero en la mañana de nuestro cuarto día allí, algo nos perturbó a todos. Encontramos junto a la puerta principal de la casa, un periódico local que nadie supo cómo pudo haber llegado hasta allí. Lo hojeamos con detalle, esperando encontrar alguna curiosidad del lugar y en efecto lo encontramos: Allí, en la segunda página y con letras en relieve, aparecía un titular que decía “ La historia de la dama del pueblo Indalo”; Me estremecí al recordar mi encuentro con aquella silueta salida de ningún sitio y dejé escapar un grito ahogado cuando vi su estampa impresa en el papel. ¡ Era ella, la misma figura que vi la primera noche de nuestra llegada al pueblo!. Pensé que los demás se burlarían, pero al leer la historia fantasmagórica que relataba el artículo, una exclamación salió también de la garganta de mi amiga: La historia contaba como una chica del pueblo Indalo había sido engañada por su novio días antes de su boda, pues ella quería conservarse casta y pura hasta el matrimonio; ante la negativa de ella a entregarse a su amado, éste decidió dejarla, casándose después con otra y desapareciendo de su vida. Ella le imploró amargamente pero él la rechazó cruelmente burlándose y diciéndole que moriría vieja y fea sin haber conocido el amor. Ella nunca le olvidó y en su locura, decidió desde aquel día vestirse de blanco toda entera y salir todas las noches – al igual que la bella flor estival-  e ir al encuentro de su amado, recorriendo las calles del pueblo. Contaban que así fue hasta el final de sus días pues murió de pena y sola. Desde ese día, su triste historia, recorrió la comarca y comenzó a hablarse del fantasma de una joven novia rechazada que se aparecía por el pueblo todas las noches y se la representaba como una dama vestida de blanco hasta los pies, con una larga y blanca cabellera hasta la cintura, portando una guadaña en la mano – Pues cuentan que ella prometió a su amado amor eterno y esperarlo hasta la muerte -…  
Mi amiga se llevó las manos a la boca conteniendo una exclamación, pues contó que  la noche anterior,  pensando que fue en sueños, vio a esta misma mujer sujetando una guadaña en su mano derecha y que bajando desde el solárium, atravesaba su habitación, como alma en pena. Dicho esto y muerta de miedo, subió acto seguido a su cuarto, conmigo detrás, para comprobar que el pestillo de la puerta que accedía al solárium seguía abierto; lo cerró súbitamente, jurando no dejar la puerta abierta nunca más al anochecer. Nuestros amigos no dejaban de reírse no creyendo ni una palabra de la historia “ficticia” según ellos, que el periódico contaba ni por supuesto de nuestras experiencias relatadas.
 Pura coincidencia – dijeron ambos – la  mente es poderosa y la imaginación aún mayor…¡Por favor!, debéis relajaros y seguir disfrutando …
-¡Vale, vale! está bien- Dije yo-  pero algo raro pasa por aquí y no son invenciones nuestras; ya son muchas coincidencias, ¿No os parece?…
Planeamos ir a nadar un poco, pero antes estuvimos haciendo fotos por toda la casa para llevarnos un recuerdo del lugar, del jardín, la piscina, la terraza, subiendo finalmente al solárium desde donde podía verse el pueblo con toda claridad, con la torre de la iglesia al fondo y su enorme reloj…
Al día siguiente, pusimos rumbo al centro para hacer algo de compra pues, tras cinco días,  la comida comenzaba a escasear. Bajamos al garaje a buscar el coche cuando de pronto:¡Oh no, no puede ser!  Nos percatamos que tanto el mono azul como la pala sucia habían desaparecido. Buscamos entre los trastos y allí no apareció nada…
-Comienzo a estar un poco asustada – dijo mi amiga - 
-Y yo harta pues se están agriando nuestras cortas vacaciones - añadí yo - …
Vamos al pueblo y no pensemos en ello- Dijeron ellos- ; no sabemos qué puede pasar pero está claro que nadie ha entrado en la casa o al menos nadie nos ha atracado. Lo comentaremos con el propietario cuando le devolvamos las llaves de la casa; alguna explicación habrá… 
Hicimos nuestras compras como estaba previsto y una vez allí se nos ocurrió la idea de revelar las fotos que hasta el momento nos habíamos hecho, incluyendo las de la casa del día anterior. Nos acercamos a una tienda del pueblo y mientras revelaban el carrete fuimos a merodear por las calles de piedra. Se nos hizo algo tarde y fuimos a todo correr a buscar nuestras fotos, decidiendo verlas tranquilamente en casa.
Después de comer, mientras reposábamos tranquilamente en la terraza, comenzamos a verlas emocionados. Al llegar a las fotos que nos hicimos en el solárium, destaqué algo, imperceptible en la primera pero muy remarcable en las dos fotos siguientes, que me hicieron saltar de la silla, asustando a los demás: Junto a nosotras y en  todas las fotos que hicimos en ese lugar de la casa,  aparecía la misma joven de blanco que ambas creíamos haber visto en distintas circunstancias. Aparecía con el cabello blanco hasta la cintura y la misma guadaña en la mano derecha. Creí ver en la otra mano un ramito de flores blancas semejantes a las llamadas la dama de noche.
Los cuatro nos miramos sin dar crédito preguntándonos por qué ese espectro nos seguía y qué buscaba de nosotros… En ese momento, mi amiga y yo decidimos no pasar ni un día más en ese embrujado lugar.
Al entrar a la casa, escuchamos un ruido proveniente del garaje. Bajamos con sigilo y al acercarnos, descubrimos en el suelo junto al montón de cosas, un retrato polvoriento en un marco envejecido de plata vieja; probablemente descolgado de alguna escondida pared pues nadie hasta ahora lo había descubierto; en la foto aparecía una joven de dulce sonrisa, apoyada en el muro de una antigua azotea; desde ella se avistaba el pueblo y con toda claridad se divisaba al fondo, la torre de la iglesia con su enorme reloj…
¡No había duda!, la foto estaba hecha desde aquella misma casa que nosotros habitábamos y la joven no era otra que la dama de blanco cuyo espectro nos seguía desde que pusimos un pié en este lugar. Llegamos a la conclusión que la tal dama habitó años atrás en esta parte alejada del pueblo y en esta misma casa donde ahora se erigían modernos adosados de cemento y hormigón. Lo que no lográbamos comprender  es lo que quería de nosotros o que trataba de mostrarnos. Pensamos que quizás quería avisarnos de un peligro o asustarnos para alejarnos de allí. Si era esto último, había conseguido su propósito pues teníamos la clara intención de hacer las maletas para huir de allí al día siguiente.
Cogimos el mapa de ruta, pensando en desviarnos hacia algún otro lugar cercano donde terminar nuestras vacaciones; al abrir por la página del lugar, vimos una gran mancha roja rodeando una población cercana, muy conocida por sus pintorescas y ancestrales cuevas… La mancha parecía sangre pero no acertamos encontrarle ninguna explicación. Aprobamos continuar por la costa y con esa idea nos fuimos a la cama.
Presa de la sugestión o el miedo, esa noche se me antojó que los perros  ladraban con más fuerza que nunca y que el aroma de la dama de noche era más intenso colándose en nuestra alcoba desde la madrugada. Las horas fueron eternas manteniéndonos en un duermevela hasta el amanecer…
A la mañana siguiente, mientras hacíamos nuestras maletas, una llamada de teléfono nos asustó; resultó ser el propietario de la casa alertándonos de su visita esa misma tarde junto a la policía municipal; según nos explicó, habían encontrado un cuerpo sin vida en una de las cuevas del pueblo vecino y tenían que registrar la casa para encontrar alguna prueba del crimen… Esto era así, porque la joven hallada muerta, era la mujer que, junto a su pareja, se había alojado en nuestra misma casa días antes de nuestra aparición. Tras relatarle nuestros hallazgos inexplicables del armario y el garaje, aunque sin dar detalles de nuestras fantásticas experiencias, le indicamos la intención de abandonar la casa. Metimos, pues, la llave bajo el felpudo y tras coger las maletas huimos de allí como alma que lleva el diablo…
Días después y ya de vuelta en Madrid, conocí con detalle la noticia en los diarios: Una joven, había sido apuñalada por su novio en el solárium de una casa, a las afueras del pueblo Indalo, donde estaban veraneando; tenían pensado celebrar su boda dias después a la vuelta de sus cortas vacaciones … Lancé un grito ahogado pues, sin duda, se trataba de nuestro solárium y de aquella casa nuestra que había pertenecido tiempo atrás a la joven dama de blanco ...

© Vegalur


















                                    


sábado, 1 de diciembre de 2012

Parece que fué ayer...


... Y ya han pasado veinte años ( Dedicatoria )


 
Un dia tal como hoy de hace 20 años, unos ojitos vivos se clavaron en mí al ver la luz por primera vez... Le costó salir, pero el espíritu de lucha que le infundió el dios Marte le dió fuerzas para aferrarse a la vida con coraje y ¡¡¡De qué manera !!! Estaba decidida a no perderse ni un minuto de ella  y creo que hizo bien porque la suerte le ha venido de cara desde entonces; y quizás merecidamente por su alegría natural , vitalidad y el buen rollo que infunde a todo el mundo ...
Hoy has pronunciado un ¡ Por fín 20 años ! con ganas de empezar la década de la maravillosa juventud y comerte el mundo. He sonreido al escucharlo porque hay cosas que no cambian... Digo esto, porque me ha venido a la cabeza la misma frase que yo en su dia dijera al cumplir los mismos veinte. Recordé que guardaba como muestra un poesia que escribí, como homenaje al ansiado día  y,  decidida, subí al trastero para recuperarla. Hoy se la leí a mi hija, quién me pidió emocionada, que la publicara en mi blog como recuerdo de este gran día para ella.  ¡ Felicidades Helena ! Sigue sonriendo a la vida como lo haces, por siempre jamás...

( He aqui la poesia que aún conservo, en papel amarillento, envejecido por los años )

¡ Por fín ! ya he cumplido veinte años ! ,
veinte años tan deseados para mí y al mismo tiempo tan temidos,
aquí quisiera estacionarme,
parar el reloj del tiempo...
¡Imposible,! , ¡Qué idealismo !
el tiempo no perdona y su guadaña aparece amenazante cuando menos te lo esperas
apremiándote, acosándote, advirtiéndote...
que los dias se te agotan ,
las horas, los minutos, los segundos y...
¡Ya , ya llegó !,
¡ Qué tonta ! no me he dado ni cuenta
¡Cuántas promesas incumplidas!
¡ Cuántos planes incompletos !
¡ Cuántas cosas por hacer ...! pero
¡No importa, calla !,
oigo los pasos del tiempo que se acerca
lentamente, anunciando más, más,
que hay más tiempo para mí,
para llenarlo de mis sueños , ilusiones e ideales ,
pero escucha
la guadaña me lo advierte:
Qué aproveche, ¡ No te duermas !
porque el tiempo no perdona y...

¡ Me queda tanto por hacer ...!

© Vegalur


                                                                                                                         01/12/2014

viernes, 30 de noviembre de 2012

Relato infantil ( 2ª parte )

 Llega un circo a Villa Animalia ...

Cierto día, para alegría de todos, anunciaron la llegada a la aldea de un gran circo: “El circo mágico del Bosque “  se llamaba,  pero nadie había oído nunca hablar de él. La primera en dar la noticia fue, para variar, Doña Cotorra a través de la emisora de radio y después Don Pregón se encargó de hacer lo propio. Todo el mundo empezó a comentar acerca de este circo pues nadie conocía de su existencia, ni en Villa Animalia ni tampoco en otras aldeas próximas .Había mucha  expectación por verlo y los más pequeños estaban excitados dando saltos de alegría  esperando con ansiedad el día de su apertura. Nadie quería perderse este espectáculo y en cuanto las entradas salieron a la venta, no quedó ni una sola por comprar.

No sabían que este hecho inesperado y alborotador, iba a venir a perturbar la paz de la aldea y a desestabilizar la tranquilidad y armonía de todos sus aldeanos; pero no adelantemos acontecimientos…Mientras, D. Leonardo - el alcalde- , se frotaba las manos de contento pues sería un día de gran júbilo en la aldea, aparte , ¡claro está !, de suponer un  gran negocio para el pueblo; Con la venta de entradas para ver dicho espectáculo, habría enormes ganancias parte de las cuales serían recaudadas por sus ediles , pasando a  formar parte de las arcas de su gobierno. Y así todos contentos…

 Todos hablaban de este evento extraordinario en todas partes de la aldea: En la pastelería de Doña Picaflor, la abeja reina, en la carnicería de Don Rayado,  el tigre felino , en la lechería de Doña Rumianta , la vaca con sobrepeso y hasta en la funeraria de Don Carroñero, el buitre flaco y estirado que miraba a todo el mundo por el rabillo del ojo . En la escuela por supuesto era fiesta desde que los peques se enteraron de la noticia ; de tal modo que D. Memorión   , maestro y director de la pequeña escuela , un búho trasnochado y silencioso, tuvo que ponerse tapones en los oídos para que no le reventaran al oir  los gritos desaforados de todos sus alumnos por los pasillos de la escuela .Los que más chillaban como es lógico eran los de la clase de infantil – La clase de la ratita  Presumida , la maestra más cariñosa y dulce del colegio a la que los más chiquitines llamaban “ La Seño Presu“ .Todos en la clase saltaban y gritaban de contento, no hablando de otra cosa  y olvidando sus tareas escolares; tanto era así que la Srta. Presumida tuvo que amenazarles, muy a su pesar, con dejarles sin recreo si no dejaban de alborotar.

Todas las mozas casaderas de la aldea habían ya empezado a pensar en sus mejores galas pues no sabían lo que se iban a encontrar allí: Quizás algún guapo saltimbanqui , un experto equilibrista o tal vez algún mago sensible que las enamorase y  porqué no , pudiera declararles su amor. Hasta el solterón más popular D.Solera, aprovechando la ocasión, se decidió a invitar a la mocita más envidiada de la aldea y a la que nadie había conseguido todavía encandilar: Ella era Pecosita, una bonita y menuda salamandra , de belleza sin igual. Para sorpresa de él, ella aceptó su invitación y quedaron para verse una hora antes del comienzo del espectáculo.
¡Y por fín llegó el gran dia!... A las  cinco de la tarde, todos se habían dado cita allí.  En la puerta del recinto ferial, se encontraban  Tentáculos y Manazas, los pulpos “ seguratas “ contratados por D. Leoncio en todas las celebraciones y festivales . Situados uno a cada lado de la puerta,  no dejaban de vigilar en todas las direcciones para evitar las dichosas aglomeraciones y posibles altercados. Por eso, ordenaron a todo el mundo ponerse en fila para ir pasando después uno tras otro con sus entradas dentro de la enorme carpa que habían instalado allí los organizadores del circo. Ya en la entrada de la carpa, les esperaba el acomodador del propio circo, un gorila muy simpático que les iba indicando el lugar de sus asientos. Dentro del circo, no cabía ni una hormiga más pues el aforo estaba a reventar; Cuando todos hubieron cogido su sitio,  una voz muy peculiar y algo chillona les anunció  por el altavoz , que la función  iba a comenzar…
En efecto, se apagaron las luces y todos los gritos cesaron pues el presentador había hecho su aparición en el centro de la pista. Allí estaba,  alumbrado por una gran luciérnaga,  como si de un gran divo se tratara, el maestro de ceremonias quién  se presentó a todos como  D. Barbudo.  Era un enorme león marino que resultaba algo cómico por sus enormes bigotes y  su gran sobrepeso pero que dejaba intuir una gran autoridad. Comenzó a presentar el espectáculo adelantando todas las actuaciones que iban a disfrutar durante las dos horas de duración .Todos callaban expectantes, excepto Malolientey Putrefacta ,  dos hienas maleducadas que siempre importunaban con sus molestas y continuas risitas por cualquier cosa; de hecho más de una vez tuvieron que echarlas de los espectáculos celebrados en la aldea. Una de estas veces, en las que no paraban de reir por lo bajito,  Don Percherón, un viejo  y achacoso caballo, que  había sido capitán de la policía y ahora estaba jubilado, se enfadó muchísimo y les mandó callar echándoles una gran bronca hasta que , por fín , D. Leonardo el alcalde,  presente también junto a su familia, les amenazó desde su asiento preferente con echarlas de allí si continuaban incordiando .

 
Todo continuó sin incidentes y Don Barbudo siguió presentando la función . Tras él salieron dos personajes algo locuelos y destartalados  que hicieron reir a todo el personal: Se trataba de los payasos Fétida  yAntifaz , una mofeta y un mapache que con sus gracias hicieron las delicias de los más pequeños.
Después de ellos, el presentador dio paso a un número circense muy bonito realizado por un equipo de focas bailarinas; eran capaces de lanzar balones con su hocico sin perder el equilibrio y dar palmas con sus aletas para marcarse un baile muy marchoso al mismo tiempo.
A continuación disfrutaron de lo lindo con el número de magia e ilusionismo a cargo del mago D. Misterio , un murciélago ciego llegado desde tierras rumanas  quien hizo unos trucos y juegos ilusionistas  que dieron mucho que hablar por su gran dificultad y emoción.  Tras éste, los hermanos trapecistas que  presentaron como “ La familia Monada “ unos chimpancés que  dejaron boquiabiertos con sus números de saltos en el aire , en el trapecio y  equilibrios en la cuerda… Con sus proezas, los pequeños no paraban de llevarse las manos a la boca para callar su susto con un Ohhhhhhhhhhh!!! .

Gustaron mucho las actuaciones de “ Los Pony “ una familia inglesa de caballos enanos, capaces de hacer piruetas y saltos alrededor de toda la pista sorteando vallas y obstáculos; también la de “ Los Africanos “ unos  forzudos elefantes venidos de Kenia capaces de levantar cualquier cosa con su trompa; y la de los pulpos malabaristas cuyos juegos con bolos , aros y toda clase de artilugios encantaron a todos los presentes.
Otras actuaciones que hicieron disfrutar fueron las de “ Las hermanas Mimosa”, unas graciosas  y flexibles gatitas de lo más lindo, capaces de doblar su cuerpo de mil y una manera posibles; así como   un montón de juegos y disparates que llevaron a cabo los payasetes   Fétida  y Antifaz  haciendo participar a los más pequeños ; y para cerrar finalmente  el espectáculo, actuaron “ Los mejicanos bailones “ unos simpáticos y lindos chiguaguas que bailaron todo tipo de  bailes latinos a un ritmo de lo más peculiar y sorprendente.
Cuando el maestro de ceremonias entró en la pista de nuevo anunciando el fín de la función , un personaje extraño apareció con gran estupefacción de todos los presentes; era una especie animal desconocida por todos y aunque llevaba un disfraz de lo más esperpéntico para hacer reir, no provocó risas sino desconcierto ; Allí estaba en medio de la pista con un sombrero enorme , enormes bigotes y un látigo en la mano anunciando grandes sorpresas para los próximos días – En verdad el circo anunció que estaría en la aldea con su espectáculo durante cinco días – Acto seguido comenzó a lanzar unas carcajadas descomunales que provocaron el espanto de todos los vecinos , consiguiendo una espantada general , con atropellos incluidos. Al día siguiente en la aldea no se hablaba de otra cosa, aparte del fantástico  espectáculo al que habían asistido.

 Doña Chismosa  , la chicharra más cotilla y entrometida del pueblo, se encargó de circular los rumores que comenzaban a correr por todos lados. Al parecer, esa especie animal desconocida era un Hombre disfrazado de no se sabe qué y para quien sabe qué fín .Todos habían oído hablar de Villa Humana pero nadie en realidad conocía los detalles de esa ciudad porque quedaba muy, pero que muy lejos de estos parajes. Y todos comenzaron a preguntarse, qué pintaría un hombre en el circo de la aldea y qué habría venido a hacer aquí …
Todos estos rumores , llegaron a oídos de los detectives más populares y queridos de la aldea  D. Sabueso  y  D. Perspicaz, quienes enseguida se pusieron manos a la obra en su labor de investigación ... Eran dos ex­-policías que ahora actuaban como detectives privados ; trabajan para la Comisaria municipal bajo las  órdenes  de D. Agudo , el viejo zorro , sargento de policía , desde tiempos inmemorables y ascendido ahora a comisario  jefe . Sabueso era un perro labrador de mediana edad, de buen talante y con gran olfato; de padre pastor alemán bien adiestrado en las lides de cazar malechores. En cuanto a Perspicaz, se trataba de un setter de origen inglés, elegante y apuesto,  algo más joven pero con la misma agudeza , inteligencia y sensatez que su compañero... 

Los dos detectives comenzaron a informarse y tras horas de búsqueda en sus archivos, descubrieron algún documento en el que se decía que en Villa Humana no había demasiada sensibilidad con el medio ambiente y no trataban a sus semejantes con el mismo respeto que ellos mismos desearan para sí mismos. Los humanos, habitantes de Villa Humana convivían también con algunos animales como los de su aldea pero no siempre les trataban de buen modo ; incluso se hablaba de casos de maltrato animal …
¡Bueno, bueno! - Comentó tras la lectura D. Sabueso - No conviene alarmar a la población con falsas acusaciones y adelantar acontecimientos.  Quizás haya un humano en el circo, que por otro lado está de paso, y ¿Qué? De momento nada hay de malo en ello - añadió  firme - . Es cierto que los circos no son habituales por estas tierras y quizás sean los humanos quienes dirigen este tipo de negocios pues son quienes tienen más dinero y poder pero no tienen porqué maltratar a sus empleados, sean animales o no....
Pero ya hemos visto que son cientos de animales los que actúan en el circo y eso es muy caro de mantener; ¿Puede dirigir un circo un solo humano ?
¿ Habría alguno más ?… - Comentó Perspicaz - Creo que no estaría de más acercarnos por el circo y comprobar estas cosas...
Vale - exclamó D. Sabueso- Nos dejaremos caer por allí como quien no quiere la cosa por saludarles y felicitarles por el espectáculo tan maravilloso del día anterior. 
Dicho y hecho al día siguiente por la mañana se acercaron por allí con intención de preguntar por el dueño del circo. Se encontraron con unos caballos enanos que se disponían a coger agua de la fuente, quienes, algo vacilantes , les indicaron sin mediar palabra, un carromato que resultó ser el de D. Barbudo,  el director del espectáculo.  Se dirigieron a su caravana y muy atento el director les saludó, les dio las gracias por sus amables cumplidos y no les ofreció indicio alguno de ocultar algo ni dio señal alguna de que algo fuera mal. Preguntado por el animal desconocido y el látigo, D. Barbudo comentó con cierta sorna y una cierta risa nerviosa que era parte del show y el efecto causado por ese “ disfraz “  era precisamente el pretendido : Desconcertar y asombrar ; nada más que eso… Tras sus palabras, los detectives quedaron tranquilizados y volvieron a sus quehaceres sin volver a comentar el suceso.
Esa tarde, volvía a representarse otra función y algunos volverían a repetir; otros muchos, que se habían quedado sin entrada o habían estado ausentes el primer día de función, no estaban dispuestos a perdérselo.
 

 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Relato infantil ( 1ª parte )


                             VILLA ANIMALIA,

                        la Aldea feliz


En Bosquilandia, el más bonito país de la tierra, existe un lugar de lo más singular, gobernada por animales de todas las especies…Todos tienen su función y entre todos mantienen el orden respetando las leyes y entre sí, las vidas de cada cual.
Villa Animalia es su nombre y es la aldea más envidiada de todo Bosquilandia: En ella,  solo se respira paz, alegría, felicidad y buen humor .Cada cosa está en su lugar y cada habitante animal en el suyo; todos se respetan y se quieren, se ayudan y socorren cada vez que alguien se encuentra en apuros. La máxima autoridad de la aldea, su alcalde, es D. Leonardo, el señor león, quien gobierna Villa Animalia con nobleza y poderío siempre ayudado por su buen Consejero D. Prudencio, el señor mono, siempre tan sagaz y resuelto a la hora de resolver cualquier tipo de conflicto.
Los miles de árboles y plantas que hay en la aldea son respetados y cuidados con particular mimo y cariño por Doña Foresta ,la jirafa, quién sirviéndose de su largo cuello y ayudada por  D. Prismáticos,  el viejo halcón, vigila que todo esté en perfecto estado , ahuyentando a posibles pirómanos del lugar.   
Si en alguna ocasión, ¡ Dios no lo quiera ! se desatara un incendio, bastaría un solo toque de campana por parte de Doña Foresta para que acudieran sin demora D. Manguera , el elefante, y su equipo de bomberos para apagarle en menos que D. Kiriko, el gallo más galante de la aldea se pusiera a cantar ...
 Los jardineros y jardineras de la aldea, dirigidos por Doña Regadera , la mariposa más anciana del pueblo, se encargan de cuidar y alimentar sus  flores cada día del año. El equipo de Doña Regadera está compuesto por decenas de libélulas, mariposas y alguna que otra mariquita prendada por los trabajos de jardinería. Sin olvidar a la Sra. Obrera , la abeja más trabajadora de su comunidad – El edificio “La Colmena” - y Don Zumbón , el ruidoso abejorro...
El huerto comunitario está dirigido por Don Arrastrao , un caracol muy campechano que ejerce de capataz y Doña Babosa, su mujer. Ambos trabajan sin descanso junto a sus hijos mayores y algunos jornaleros a su cargo. Entre todos laboran el huerto de sol a sol. Doña Pitón, una serpiente muy hacendosa se encarga de hacer los surcos en la tierra para poder sembrar; también tenemos a   Don Suavón y su esposa Doña Húmeda , dos lombrices  muy escurridizas que abren huecos en la tierra a velocidad del rayo . Detrás de ellos dos siempre van los hermanos   ,  Babosín,  Conchita y Lentillo  (Tres caracoles hijos de los capataces Don Arrastrao y Doña Babosa) quienes se encargan de ir sembrando las semillas en los surcos recién hechos. Una vez que ha sembrado el huerto   , es el turno de Don Liberto y su cuadrilla de libélulas, que, acampadas junto a la acequia cada día, se agrupan como un ejército, para sobrevolar el huerto de norte a sur llevando el agua de riego a  toda la siembra. Y así todos los días del verano hasta  la recolecta . Pero este es otro cantar…

Al fondo del huerto , se encuentran  la granja y la casa  de labor; ésta última , está  capitaneada por Don Orejón , el amable y más viejo burro de la aldea, da cobijo a todos los que allí trabajan: Allí pueden comer , sestear y hasta pasar la noche aquellos quienes no tengan casa propia o familiares allegados con los que compartir su vida. Este es el caso de Don Solera,  un lagarto muy marchoso, soltero y sin compromiso , algo gandul pero chulo como un ocho y simpático a rabiar. Cuando no está aletargado al sol, que es lo que más le gusta en el mundo, o cortejando a algunas lagartijas del lugar, se encarga de recoger la siembra con la cola: Los cereales , las verduras  y todo tipo de hortalizas que va cargando en las espuertas … Siempre está de cháchara con sus compañeros y sobre todo con algunas compañeras de fatigas como las señoritas Sauria y  Reptila , dos lagartijas muy marchosas como él y muy “ marisabidillas “;con las dos ha tonteado Don Solera sin que la una ni la otra pudieran sospecharlo . Aunque quien bebe los vientos por este lagarto Donjuanesco  es Escamillauna lagartona de tres al cuarto que le tiene comido el seso y está buscando echarle el lazo el día menos pensado. Por último tenemos a  Lacrimero , un cocodrilo muy llorón y sentimental al que Solera hace sombra en  sus conquistas…
En la granja, D. Kiriko , el gallo al que ya me referí anteriormente, es el altanero y galante capataz que gobierna con mano dura junto a su hermana, la gallina  Doña Clueca , y mantiene  a raya al personal del gallinero y el  palomar. D. Kiriko se desmanda algunas veces pues es el gallito más joven y solicitado de  toda  la granja. Las gallinitas se pírrian por sus plumas y no dejan de contonearse  y exhibirse delante de él cada vez que tienen la ocasión. El tiene siempre algún piropo para todas pero guarda los mejores para su adorada  Cloe,  una gallinita joven que se le resiste a su pesar...

En cuanto a los lagos y lagunas …  están requetelimpios y  cuidados gracias a Doña Croata una rana  cantarina y su esposo Don Saltón , un sapo algo tímido y entrado en carnes que prefiere  salir de noche - Con el permiso de su mujer, claro está !!¡-. Entre ambos se ocupan de mantener las aguas  a raya de residuos y vertidos inoportunos. Por ellas pasean y nadan a sus anchas algunos peces y aves del lugar .También podemos ver en estas aguas a algunos habitantes practicando la pesca de la mano del señor San Martín, un  pájaro muy diestro en el arte de pescar, con numerosos premios en su haber y que dedica parte de su tiempo a dar lecciones y entrenar a todos cuantos quieren aprender.
El caudaloso río “Faunio “ alberga en sus aguas  toda clase de peces de colores causando sensación por su irisada tonalidad cual arco iris ; viene siendo la bañera favorita de  Don Hipo y Don Rino  un hipopótamo y un rinoceronte que son amigos desde la infancia y que pasan allí dentro horas y horas, manteniendo conversaciones hasta el anochecer.

Pero Villa Animalia también tiene un bello mar  “ El mar Bravío “ , de bellas olas y un azul tan intenso como el propio cielo. Rodeado de una playa de arena fina y blanca,  hace las delicias de todos los habitantes de la aldea; en especial de los más pezqueñines  que disfrutan  saltando, nadando y haciendo castillos en la orilla mientras sus madres y padres pescan, se bañan  o se doran al sol sin ninguna preocupación. En efecto, los mayores pueden estar tranquilos ya que saben que sus retoños están bien custodiados por los vigilantes  de la playa – Los señores tiburones - y por los socorristas de la aldea - Los caballitos de mar .Los delfines además ejercen de instructores de natación, enseñando a nadar a los peques más inexpertos e incluso  a los recién nacidos para aprender a defenderse de los peligros en el agua. Si tienen suerte, pueden jugar con Doña  Tobogán, la vieja ballena azul que les deja columpiarse por su lomo y subirse hasta su cabeza para ser lanzados al aire con su chorro; ella no para de respirar para que los peques disfruten.

Villa Animalia cuenta además con un recinto al aire libre donde se reúnen todos los aldeanos cuando quieren asistir a algún espectáculo o celebración vecinal. Los espectáculos organizados por la alcaldía son anunciados a través del señor Pregón, un  oso hormiguero gigante que se encarga con su trompa de emitir los comunicados por toda la villa indicando las fechas de representación.
Otras veces es la cotorra Doña Parlante, a través de su emisora “ Radio loro “ quien se encarga de anunciarlos para todos los vecinos quien   consultando al camaleón  Metamorfo,  les dará a conocer además las previsiones metereológicas  para esos días de función , a través de sus cambios de color; así podrán saber de primera mano la temperatura que hará en esos días para estar prevenidos en caso de frío o lluvia . Dentro de  la programación de actividades culturales, cuentan con numerosas representaciones gratuitas casi siempre como  obras de teatro y conciertos de música u orquestales a cargo de vecinos de la localidad y en otras ocasiones a cargo de artistas o espectáculos de las villas o aldeas vecinas. Además de contar con una pantalla gigante para proyectar en dicho recinto al aire libre una película de cine, los primeros domingos de cada mes.

Cuando hay Fiesta o celebración de algún tipo, todos acuden al recinto ferial con sus mejores galas; Los  guarda- puertas del recinto Tentáculos y Manazas , dos pulpos de enormes dimensiones, no dan abasto para recoger entradas y acomodar a tanta gente en sus asientos . 
Alguno de los artistas locales están en boca de todos por su enorme prestigio; tal es el caso de la “ Orquesta sinfónica Pajarera “dirigida por el ilustre  colibrí  D. Batuta ; bajo sus órdenes  han tocado y cantado grandes e ilustres músicos del lugar como es el caso del ruiseñor  D. Pío, un  barítono excepcional , Don Flautín , el trompetista petirojo más famoso del lugar,  la oropéndola Doña  Opereta , soprano de lo más especial y el   jilguero D. Trino , estupendo tenor y cantante de ópera. Este artista junto al canario D. Gorjeo  y  D.Gorgorito , el verderillo , han viajado por los confines de estas tierras y son ya conocidos por todo el mundo como “ Los tres tenores de Villa Animalia ” .
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