La linda perrita Estela fue siempre muy estilosa;
una dálmata elegante, con clase y glamourosa.
Comenzó como aprendiz en un taller de costura,
que dirigía en su barrio, doña Bruna, con soltura.
Entre tela, aguja e hilos, se fue forjando un oficio;
aprendió corte y diseño y lo convirtió en su vicio.
Entre todas las costureras destacaba la primera,
por su gusto, su precisión y destreza con la tijera.
Con la experiencia de los años ya es jefa de taller,
siendo muy admirada por su fama de buen coser.
Su confección tiene fama de artesanal y coquetona:
gusta igual a una dulce osa que a una fiera leona.
Viste a familias enteras desde la nieta a las abuelas;
y todos la reclaman por su forma de mimar las telas.
Le gusta tanto la ropa y modelaje a nuestra modista,
que se atreve a revelarse como una experta estilista.
Gracias a su carisma para asesorar a sus clientas,
han dejado en sus manos su imagen y vestimentas.
Estela se convierte ,así, en profesional del estilismo;
cose y aconseja, en tendencias de moda, lo mismo.
El gran amor de nuestra perrita por su bonito trabajo,
le hizo sobresalir, aunque comenzando desde abajo.
En la vida, en general, para conseguir nuestra meta,
amén del tesón y el talento, la pasión, serán la receta.
©Vegalur
