Refranero ilustrado: << El que espera, desespera >>

 

•         Describe la ansiedad y el nerviosismo del que espera…
•         Alude al sufrimiento que padece quien vive en una esperanza incierta de conseguir lo que desea.

En las dos escenas, los protagonistas se desesperan por distintos motivos:

   -  Don Cerdo se muere de hambre y gruñe por la tardanza del camarero al servirle la comida.

   -  Don Gato siente que su corazón se rompe en pedazos y se pregunta el porqué de la tardanza de su linda novia…  

También se podría decir que <<Al que espera, su bien le llega>>,  pues tras esa espera - más o menos larga-  puede llegar una buena recompensa:

Don Cerdo disfrutará de una suculenta y copiosa comida y Don Gato disfrutará de la compañía de su querida gatita que, pese a su gran retraso, llega a la cita prevista y con una buena excusa que logrará calmar sus nervios… O no???

Refranero ilustrado: << Ande yo caliente, ríase la gente >>

 

•     No tiene que importarnos la opinión de los demás.
•     Nuestra autoestima es lo fundamental para poder ser felices, así pues…
•   ¡Fuera complejos!

 

Aunque don Hipo sabe que necesita bajar de peso y cuando se sube a la báscula lo tiene super claro, cuando le viene a la mente lo que puede perderse, prefiere sonreir, aceptarse como es  y dejar el régimen para otro día…  

                                             El consejo que nos da don Hipo es el que se aplica para sí mismo:

                                                 << Quiérete mucho y engordarás, pero… de pura felicidad>>.

Refranero ilustrado: << Ojos que no ven, corazón que no siente >>

 

Aunque en sus inicios este refrán fue usado para referirse a las cuestiones de amor y la ausencia de la persona amada, popularmente se utiliza para indicar que:

• No se sufre por lo que ignoramos o no queremos saber
• El corazón no siente nada de lo que pasa, porque simplemente lo desconoce
• Cuando alguien no ve, no quiere ver o no se siente afectado por una situación o problema, no puede sentirse emocionalmente involucrado, lo que genera desinterés o indiferencia en poner solución.

El matrimonio formado por el señor y la señora topo ven poco, por lo que les resbala por completo la situación cómica que ha generado su vestimenta en los demás, ya que ignoran ser la causa de tal  situación, pues no son conscientes de la misma ni creen ser el blanco de las miradas y risas de los que les observan al pasar. Por lo tanto, ellos son felices, están enamorados y no prestan atención a lo que pasa a su alrededor…

Esto enlaza con ese otro refrán popular tan nuestro que dice<< Ande yo caliente y ríase la gente >>