Siempre
que Bonifacio encuentra a su jefe, don Sixto,
le
asalta con cotilleos, pretendiendo hacerse el listo.
Trabaja
este escarabajo en un gran estercolero;
tienen
enorme tarea, pero es un mal compañero.
Pasa
el día maquinando, hablando solo entre dientes;
envidia
a la par que adula a colegas más
eficientes.
Boni
es un alcahuete, manipulador y poco eficiente
y
nadie se fía de él, pues es un chivato
insolente.
Todos
allí se quejan por su total falta de civismo;
es
desleal, indiscreto y solo piensa en sí mismo.
Sabe
hacer “la pelota”, sin esfuerzos ni miramiento;
si
otros cargan más peso, a él, le importa un pimiento.
Hoy,
durante el almuerzo, el descanso aprovechó
y al encargado, a su oído, una bomba le soltó:
Quejóse
de que un colega le robaba sus boñigas,
teniendo
que conformarse con recoger solo migas.
Lo
cierto es que siendo lento y menos listo que el resto,
miente
al fín de escaquearse, buscando trepar presto.
Sus
colegas ya están hartos de su mal comportamiento
y
han ideado un plan para darle un buen escarmiento:
Propagaron
un rumor:“La empresa estaba arruinada “;
y
despedirían a algunos por dejarla más saneada.
Viendo
peligrar su puesto, Bonifacio, muy diligente,
faltóle
tiempo al villano, para hablar con el gerente.
Comenzó
por alabarlo y, difamando a los de su equipo,
le
vendió todas sus bondades para poder salvar el tipo.
No
entendió nada el “dire” de esta charla sin sentido
y
poder averiguar ,quiso, el origen de este mal ruido.
Así
descubrió la trampa y el juego sucio del “pelotero”,
poniendo
a éste en la calle y muy lejos de su basurero.
<<Solo
lograrás ser grande haciendo grandes cosas;
quien avanza pisando al resto, solo se
pondrá losas>>.
<<¡Si
quieres tener éxito en un equipo de trabajo,
el
respeto y compañerismo son la base, escarabajo!
©Vegalur