En una dehesa extremeña, bien llamada “La bellotina”,
vive el señor Alcornoque con su esposa doña Encina.
Corchito y Chaparrita, se llaman sus dos guapos hijos;
son dos adolescentes, muy inquietos, pero nada pijos.
Forman una gran familia, junto a jaras y otros arbustos,
en un paisaje increíble, donde todos se sienten a gusto.
Llevan allí medio siglo, son vecinos muy apreciados;
son generosos, altruistas, alegres y muy respetados.
Su casa siempre está abierta: son buenos anfitriones;
de sus fiestas y barbacoas se habla por los rincones.
Conviven con
varios cerdos, jabalís, ciervos, vaquillas…
También con lirones, cabras y unas cuantas avecillas.
Comparten con todos ellos los productos que elaboran:
Su corcho de calidad y las bellotas que todos adoran.
La madera de doña Encina, de calidad excepcional,
produce la mejor leña para exportar carbón vegetal.
La de su esposo Alcornoque, como es grueso y recio,
calienta bien los inviernos, a todos, y al mejor precio.
Son tantísimas las bondades de los geniales esposos,
que han sido nominado al premio de “verdes virtuosos”.
Los dos son joyas ibéricas del reino ecolo - ambiental;
dos especies exclusivas de nuestra península vegetal.
©Vegalur