miércoles, 13 de marzo de 2013

Las miserias del mundo laboral



Tras una corta y nefasta experiencia en la nueva empresa a la que me incorporé tras un periodo de inactividad , vuelvo a estar de nuevo en casa y con la misma sensación... Impotencia, indignación , rabia ... pero eso sí, con mi lema en bandolera intacto: " Pese a todo, fiel a mí misma siempre ". Es decir: " Jodida pero contenta " ( Conmigo misma y mi forma de proceder ).
Los más íntimos y con derecho a roce ( Mi marido, mi hija y demás miembros familiares pues de momento no preciso amante... ) ya me vuelven a soltar eso de : ¿Qué ha pasado esta vez ? ¿ A quién has dicho esta vez tus cuatro verdades ? ¿No podías estar callada, aguantar un poco ? ¡Pues no !, lanzo muy digna , ¡¡¡ No me callo porque reviento !!!. Y así me luce el pelo ...
Tengo el consuelo de que me apoyan siempre porque en el fondo les gusta que sea así: Qué cante las cuarenta al mismísimo box supremo de la empresa , que no diga amén a todo, ni agache las orejas cual borrego cada vez que se le ocurre proponer una brillante idea que no comparto, o no veo justo compartir...
Es repugnante, que de un tiempo  a esta parte y con la inevitable crisis a nuestra espalda, muchas empresas hayan visto la excusa perfecta para hacer " De su capa un sayo " y actuar indiscriminadamente a sus anchas , jugando con el futuro de los pobres curritos que se dejan avasallar. Digo bien  " Se dejan " ya que una servidora no ha comulgado nunca con ruedas de molino.. .No es cuestión de soberbia  sino de dignidad y principios. Tampoco, a decir verdad, me gusta mucho que me pisen mi orgullo pues mi padre me enseñó aquello de " Mejor pobre pero honrado " aunque así le fué tambien a él ,dicho sea de paso ...Ya se ha visto demostrado que currando  honradamente nadie se hace rico y aún menos millonario con inmensas posesiones en paraisos fiscales. Pero como la riqueza material es efímera  mientras que la espiritual perdura, mi padre será siempre mi héroe y mi fuente de inspiración.   
En mi ya larga andadura profesional he visto un poco de todo : Empresas de más o menos nivel, empresillas y empresuchas de poco pelo; ésta última de donde acabo de salir por patas, se lleva la palma pues  representa lo más cutre del género en todas sus dimensiones. 
Nada más llegar el primer dia puse una pica en Flandes cuando , al saber que el material utilizado por los empleados  ( bolis, post-it, cuadernos y demás )  era el que cada cual se traía de casa, pedí se me dotara de bolígrafo y cuaderno para empezar a trabajar. Nadie replicó por parte de mis superiores y el resto de mis compañeros aplaudieron en silencio mi iniciativa. Tras esto y en mi linea reivindicativa, redacté un pedido de material para todos nosotros  el cual y hasta el dia de mi marcha nunca llegó al departamento. Por no hablar de la higiene, la falta de jabón en los lavabos o la escasa reposición de papel en los baños de mujeres. Esto sería lo de menos si no fuera porque ,siguiendo con su política de restricciones y coacción , nos cambiaban de sitio cada poco con la excusa de producir más para no hacer muchas migas con el o la de al lado ( Me invadía por momentos el sentimiento de hormiguita en pleno estío o de zángano colmenero ...). El colofón llegó estos previos dias a mi marcha cuando anunciaron con el más fresco de los descaros la necesidad de adelantar un cuarto de hora nuestra entrada matinal; la finalidad era reunirnos para comentar los pormenores y escasos éxitos comerciales del dia anterior ; es decir, si entrábamos antes era por nuestra culpa ya que no se estaban sacando los resultados esperados. Y todo esto por la " face " a lo que yo no estaba dispuesta ...Aquí empezaron las presiones más directas , coacciones y miradas desafiantes sobre todo cuando anuncié  que mi contrato era el que era y no contemplaba ninguna claúsula al respecto. El primer dia de reunión ( ayer mismo )  llegué la última, quedándome sola ante el peligro; la presidía un  " niñato " veintiañero ( Al parecer el box supremo de la empresa ) quien no paraba de dar gritos como un poseso y al que ¡pobre de mí!  osé contradecir ante la mirada estupefacta del resto de compañeras. Hasta ahí puedo leer porque,al terminar la jornada laboral, fuí llamada para firmar mi carta de despido. Estaba haciendo méritos para ello desde hacía varios dias y de ahí mi enorme alivio.

Quizás, debería empezar a cerrar el pico o a controlar mi vehemencia pero para eso , algo debería merecer mucho la pena; además, no creo que pudiera llegar a conseguirlo nunca ; Cuando algo no me gusta, me molesta o veo injusto , he de hablar porque como diría el escorpión de la fábula (1) : " No puedo evitarlo, es mi naturaleza " . Y ya se sabe que la naturaleza es muy sabia...

Vegalur "Missneuras"

  (1) " La tortuga y el escorpión " - Fábula oriental  

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