¡Cuán débil el pulso de nuestras horas!
Maldito reloj de cuerda que nos domina ,
y va marcando el vaivén de la dulce agonía de nuestras vidas...
Ese devenir incierto es en cambio lo que subyuga,
lo que fascina, nos hipnotiza y nos deja a su merced.
Y nosotros pobres inocentes, queremos más, pedimos más
aunque sepamos en el fondo que tenemos nuestras " horas contadas" ...
Siempre que visito a algún enfermo en el hospital me asaltan las mismas sensaciones y similares pensamientos; por fortuna no se me da el caso muy a menudo. Hoy he visitado a una tía enferma, ya mayor, y de vuelta a casa me ha tentado la idea de plasmar en el papel todo aquello que me viene al espíritu, cada vez que abandono ese frío y aséptico lugar: Amén de la tristeza, sensaciones de inquietud, desasosiego ,incertidumbre me vienen a embargar; pero también de rabia , rebeldía e impotencia por la falta de control para sanar la enfermedad y decidir nuestro destino. Por contra, la alegría, las ganas de vivir, el espíritu de lucha y el valor para seguir, afloran en mi mente con mayor intensidad .
Esta enorme paradoja acentúa en mí , pobre mortal, el deseo irrealizable de jugar a ser Dios: Decidir sobre los destinos ,para el reloj del tiempo, disponer de varita mágica cual hada buena y erradicar de nuestra existencia el dolor , la vejez , la enfermedad... O en mi caso, fiel admiradora de la bruja mala del cuento ( Siempre más divertida que la sosa princesita ...) poder elaborar una pócima capaz de hacerlo realidad . A veces, siendo incluso irreverente, pienso en el mismo Lucifer si fuera posible todo esto firmando a duo un justo y amable contrato.
Después , vuelvo de nuevo a la cruda realidad y como no soy ni Dios, ni hada ni bruja ( Bueno esto último, un poco si, ¡¡¡Jajaja!!! ), solo pido que quien fuere que controle mi destino, sea un alegre alquimista, despistado, juguetón y pendenciero; mejor aún ,si nunca aprendió bien a contar y llegada mi hora no le salen las cuentas...
©Vegalur " Missneuras "
Maldito reloj de cuerda que nos domina ,
y va marcando el vaivén de la dulce agonía de nuestras vidas...
Ese devenir incierto es en cambio lo que subyuga,
lo que fascina, nos hipnotiza y nos deja a su merced.
Y nosotros pobres inocentes, queremos más, pedimos más
aunque sepamos en el fondo que tenemos nuestras " horas contadas" ...
Siempre que visito a algún enfermo en el hospital me asaltan las mismas sensaciones y similares pensamientos; por fortuna no se me da el caso muy a menudo. Hoy he visitado a una tía enferma, ya mayor, y de vuelta a casa me ha tentado la idea de plasmar en el papel todo aquello que me viene al espíritu, cada vez que abandono ese frío y aséptico lugar: Amén de la tristeza, sensaciones de inquietud, desasosiego ,incertidumbre me vienen a embargar; pero también de rabia , rebeldía e impotencia por la falta de control para sanar la enfermedad y decidir nuestro destino. Por contra, la alegría, las ganas de vivir, el espíritu de lucha y el valor para seguir, afloran en mi mente con mayor intensidad .
Esta enorme paradoja acentúa en mí , pobre mortal, el deseo irrealizable de jugar a ser Dios: Decidir sobre los destinos ,para el reloj del tiempo, disponer de varita mágica cual hada buena y erradicar de nuestra existencia el dolor , la vejez , la enfermedad... O en mi caso, fiel admiradora de la bruja mala del cuento ( Siempre más divertida que la sosa princesita ...) poder elaborar una pócima capaz de hacerlo realidad . A veces, siendo incluso irreverente, pienso en el mismo Lucifer si fuera posible todo esto firmando a duo un justo y amable contrato.
Después , vuelvo de nuevo a la cruda realidad y como no soy ni Dios, ni hada ni bruja ( Bueno esto último, un poco si, ¡¡¡Jajaja!!! ), solo pido que quien fuere que controle mi destino, sea un alegre alquimista, despistado, juguetón y pendenciero; mejor aún ,si nunca aprendió bien a contar y llegada mi hora no le salen las cuentas...
©Vegalur " Missneuras "
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