" Cada día a la misma hora: Los viajeros cercanos "
Una vez más,
como cada día a la misma hora,
me encuentro en la
estación esperando subirme al tren que, puntualmente, ha de llevarme a mi destino.
De
nuevo, observo en el andén los mismos rostros soñolientos que, con un
mismo fin, emprenderán este cercano y rutinario viaje.
Sentada
en el vagón, comparto lectura y esquivas miradas con quienes , como
yo, sueñan imaginando un mejor final para su agradable trayecto.
El
café sabor exprés en mano y el ejemplar del diario gratuito, van logrando
despertar a los viajeros que poco a poco, estación a estación,van
tomando conciencia de cuál es su dirección.
El
dulce vaivén del tren, me sume en un complaciente bienestar que me hace
olvidar por momentos cual es la mía, provocando en mi boca una
dulce sonrisa...
Comienzo a imaginar un más largo recorrido con final
feliz quedando muchas veces rezagada en los brazos de Morfeo.
De
reojo tras mis lentes, observo con consuelo los bostezos de unos pocos,
la amarga actitud del “ ¡un día más!, los suspiros contenidos
, los pensamientos en blanco al desconectar…
Sin
darme cuenta, en apenas media hora, ha despegado el día.
Me
levanto del asiento y me bajo del tren camino a la salida.
Antes
de cruzar la puerta, un pequeño respiro, una enmarcada sonrisa y buena actitud para empezar una nueva jornada con optimismo y buen humor...
©Vegalur “Missneuras”
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