La fuerza del estío

Ya llegó el dorado estío
largos días, que nos invitan a disfrutar.
Todo es alegría, todo es diversión
todo es bullicio, todo exaltación.
El ocio nos invade, desgana sin rival
desidia y galbana, siestas sin igual...

Cálidas noches, fresquitas madrugadas;
calores infernales, cálidas mañanas;
a veces bochorno, que impide descansar;
los peques se aburren, no paran de jugar.

Sol, arena , cielo y mar azul,
sombrillas de colores juegan con la luz.
Paseos por la playa, castillos en la arena;
juegos en el parque, festejos y verbenas.

Amores pasajeros, tórridas pasiones;
locura y desenfreno, bailes de emociones.
Vacaciones de solsticio, viajes y cruceros
por tierra, mar y aire, planea el mundo entero.




No valen excusas, dolencias o achaques varios,
todos desaparecen o se guardan en el armario.
Se trata de disfrutar del sol y la luz del alba;
ya habrá tiempo después, de quedarse criando malvas.
                                                                                                  
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