Pronto se agotarán los días de este presente año para dar
paso a otro nuevo y flamante , con sus correspondientes 12 meses en nuestros
calendarios personales...
Como siempre, todos pensamos en los nuevos propósitos pero
yo, este año, no pensaba hacer ninguno pues al fin y al cabo nunca termino de cumplirlos.
Propuestas del tipo: Comer menos, ceder más
o, la más idílica de todas << ser mejor persona >> ( Transigir
más, gritar menos, más reflexión, menos
humos…), se van quedando en el olvido a medida que los meses se van agotando; y
es que se agota mucho antes mi paciencia porque, nos guste o no, ¡ Hay cosas
que no cambian ¡…!
Quizás por esto o porque ya he sobrepasado el medio
siglo ( ¡¡¡ Dios, como suena esto!!! ), me conformo solamente con brindar por
el nuevo año, relajarme y disfrutar de los acontecimientos según vienen aunque,
eso sí, sin perder la alegría , la ilusión y el buen humor…
En mi caso, los
buenos propósitos han pasado con los
años a convertirse en mejores deseos, el
deber en querer y la ambición en suave complacencia; y esto está bien porque es
así como he llegado a ser un poco más feliz aunque también más conformista; y
esto, amigos, es lo que menos me gusta porque, una que siempre ha sido algo rebelde
y de impulsiva naturaleza, está dejando su vida en manos de la diosa fortuna; y
como no me fío especialmente de mi suerte, voy a ponerme manos a la obra y
actuar.
Conclusión: Procuraré enmendarme porque nunca es tarde aunque, ¡claro está !, sin perder Esencia pues mi lema en la vida sigue intacto, en bandolera, también para el nuevo año: <<Pese a todo, fiel a uno mismo siempre>>.
Conclusión: Procuraré enmendarme porque nunca es tarde aunque, ¡claro está !, sin perder Esencia pues mi lema en la vida sigue intacto, en bandolera, también para el nuevo año: <<Pese a todo, fiel a uno mismo siempre>>.
Mis amigos de Villa Animalia y yo os deseamos armonía
y felicidad en estas fiestas navideñas y más de lo mismo para 2018.
©Vegalur
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