Valeria
es una mantis que siempre fue muy cristiana:
de misa
y comunión diaria, por la tarde y por la mañana.
Se casó
muy jovencita con apenas 20 años;
no
sufrió decepciones, ni penas ni desengaños.
Más su pobre
esposo murió por causa desconocida;
Valeria
poco lloró y continuó con su vida.
Ni seis
meses guardó luto y de nuevo se emparejó,
con un
mantis millonario, que al año viuda dejó.
Aunque
no levantó sospechas, comenzaron a investigarla,
pero siendo
tan seductora el comisario empezó a halagarla.
Pronto él
cayó en sus redes y sucumbió a su hermosura;
en
menos que cantó un gallo, cavose su sepultura.
Tras
esta azarosa vida de episodios tan atroces,
tuvo
que huir muy lejos para silenciar las voces.
Ahora
habita en Brasil, país de samba y carnaval;
como
experta en camuflaje no se pierde un festival.
Su
misterio y coqueteo, levantan grandes pasiones;
fascina su poderío y admiran sus donaciones.
Valeria
tiene fortuna, es piadosa y fiel beata;
lo que
sus novios ignoran, es que su dulce miel mata.
Las más
listas parroquianas que observan sus artimañas,
alertan
de sus acciones, pues a ellas no les engaña.
Santateresa
la llaman cuando reza timorata
y al paso murmuran:<<Cuentas de beata,
uñas de gata>>.
<<Palabras
melosas, siempre engañosas>> equivale a decir:
<< La cruz en el
pecho y el diablo en los hechos>>.
©Vegalur
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