miércoles, 15 de octubre de 2025

Mi adorado perro verde


                Corrían los años 80 cuando un leal can llegó a mi vida

   y yo rápido lo adopté, pues me gustaba la <<movida>>.


Nuestro encuentro fue casual en el foro madrileño;

otros perros me ladraban, pero él puso más empeño.


Clavándome su mirada, me quedé por él cautivada:

flechazo a primera vista, más me hice la despistada.


Después de algún tropezón, congeniamos fácilmente;

tras meses de adaptación, el amor ya fue inminente.


Nos fuimos acostumbrando uno al otro, paso a paso,

 pero un día por sorpresa nos gustó compartir el raso.


Nos fuimos a vivir juntos a un lindo piso sin vistas,

pero estaba junto al parque, lejos de las autopistas.


Más tarde aflorarían muchas de nuestras lindezas:

Manías, mil tocs, obsesiones, fobias y otras rarezas...


Tras años de convivencia mi perro cambió de color:

se fue volviendo algo verde y NO por falta de amor.


Era un compañero fiel que cuidaba bien de la casa;

con él yo estaba tranquila y, esto, no es para guasa.


Cierto es que su carácter se modificó algunas millas;

sus neuras, por doquier, me sacaban de mis casillas.


 Ahora le veía gruñón, cabezota, estricto, austero…

yo era una incomprendida en ese mar de febrero.


Más el paso del calendario puso todo en su lugar:

 tampoco yo era perfecta y no muy fácil de aguantar.

 

Un día que, agitada, corrí a encerrarme en el baño,

al mirarme en el espejo sucedió algo muy extraño:


Mi cara se había tornado de un ligero color verde,

  igualito al de mi perro y... ¡¡¡La ira casi me pierde!!!


Desde entonces somos uno, acordes e inseparables,

procurando tolerar más y siendo algo más adaptables.


<<El refranero que es muy sabio, elocuente y muy sensato,

      acierta al decir que, cada uno, halla la horma de su zapato>>.


©Vegalur

 

 

 

  

viernes, 3 de octubre de 2025

La chicharra corista

 

La chicharra Carolina canta en un gran coro local;

su pareja, el grillo Héctor, es el entrenador vocal.

 

El grupo canta en iglesias, teatros y en otras villas,

hace cientos de bolos*, donde nunca sobran sillas.

 

La coral* es aplaudida por donde quiera que vaya;

no importa lo que canten, porque siempre dan la talla.

 

Carolina, por su voz, destaca como una gran soprano

con graves tan agudos, que los capta el oído humano.

 

Ella, poder quisiera, triunfar ahora como vocalista;

cantar canciones propias o ser de una banda, solista.

 

Héctor cuida sus cuerdas y le da sus buenos consejos;

conoce bien sus registros y opina que puede llegar lejos.

 

Está realizando Carol, pruebas de canto en su zona;

quiere intentarlo todo, antes de ser una cuarentona.

 

No pierde la esperanza, aunque aún no obtuvo frutos;

ya han pasado los años, pero para ella fueron minutos.

 

Ha conseguido postularse a un concurso nacional:

un famoso cazatalentos, que busca “la voz”  ideal.

 

Allí tampoco hubo suerte, pues no la seleccionaron;

el jurado no la votó, pero sus dotes sí que alabaron.

 

Carolina,  lejos de hundirse y abandonar su toalla,

volverá a insistir cantando, pues revienta si se calla.

 

Algunos compis del coro, que no comparten su sueño,

critican su obstinación* al no comprender su empeño.

 

Hoy si llegó una noticia, que emocionó a Carolina:

Cantará en un gran musical, sustituyendo a la heroína.

 

Su entusiasmo y su pasión se vieron recompensados;

se alegra de no haber oído a otros, menos osados*. 

 

<<Siempre obtienen recompensa la paciencia y el tesón

        y si quieres conseguir tus metas, es vital* la motivación>>.

 

                                                                                                   ©Vegalur 

 

Diccionario de significados:

*bolo: Actuación de una compañía teatral o artista, gala

*coral: Coro, orfeón

*obstinación: Testarudez, cabezonería

*osado: Atrevido/a

*vital: Esencial, indispensable