volvía loco a sus padres, sabía donde meterse.
Después en el colegio jugaba a esconder las tizas,
tomaba el pelo a los profes, hacía diez mil pifias*.
Hacía desaparecer libros, cuadernos, bolis y gomas;
nadie sabía como, todos pensaban en bromas.
Después aprendió trucos, con cartas y con pañuelos;
practicaba con sus amigos, les premiaba con caramelos.
Cuando se hizo más mayor estudió en la escuela de magia
y se graduó con honor; a todos les hizo gracia.
Empezó actuando en abierto en las plazas de la villa;
a mayores y pequeños divertía de maravilla.
Sacaba de su sombrero todo tipo de cositas:
Zanahorias de colores, flores y mariquitas.
Ahora es muy conocido, todos nombran a Salomón;
va a actuar en el teatro: esto es un gran empujón.
En la noche de su estreno hubo expectación sincera:
para admiración de todos, sacó un MAGO de su chistera*.
©Vegalur
*pifias: errores, desaciertos
*chistera: Sombrero de copa que suelen usar los magos
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