Las
lironas Julia y Petra son dos amigas,
muy divinas;
se conocen
desde crías y ahora, además, son vecinas.
Las dos se
independizaron y ambas ya están casadas,
aunque no
tienen retoños que las tengan ocupadas.
Emplean muy
bien su tiempo en actividades de ocio
y les
gusta asistir a cursos, en un centro de negocios.
Van juntas
a la compra y por la tarde a merendar:
conversan
y se divierten , más no les gusta fardar*.
Saben que las
critican algunas de sus vecindonas,
sobre todo
las envidiosas y algunas aún solteronas.
La peor de
ellas es Lydia, que es indiscreta y fisgona:
Es una
topo injuriosa*, que es muy cotilla y
soplona.
Al ver a
las dos amigas tan alegres y siempre felices,
no tarda
en inventar que les vio comiendo lombrices.
Cuando
adrede busca a Petra, es por difamar*
a Julia,
intentando
hacerle daño y solo por tener contertulia*.
Si ve a
Julia, es lo mismo, aprovechando que están solas:
comienza a
hablar mal de la otra, contándole mil trolas.
Las dos
hacen caso omiso*, pues se adoran y
respetan,
pero están
ideando un plan para ver si la escarmientan.
Al
comenzar el otoño y, preparando su
hibernación,
mientras hacían las maletas, ensayaron su
actuación.
Compungida
y muy alterada salió Julia de su chozo:
“¡Oíd, Petra
ha desaparecido!”, decía entre sollozos.
Sabiendo
que la chismosa descansaba en su topera,
voló a correr
el rumor de que, ella, la culpable era.
Teniendo
esa inquina* Lydia por las sociables
lironas,
a nadie le
extrañó que se le excitaran las neuronas.
Tras
lanzar la bomba Julia, volvió con Petra y maridos;
huyendo de
inmediato, para volver en un mes florido.
Siete o
más meses pasaron sin dar señales de vida,
pero un
bello día de mayo, recibieron su bienvenida.
El
vecindario al completo, se alegró de su llegada;
solo
faltaba la topo, pues había sido ya repudiada*:
Creyéndola
ser la causante y de su marcha culpable,
le dieron todos
la espalda y dejaron de ser amables.
Hartos de
sus mentiras, sus envidias y sus enredos,
comenzaron
a ignorarla y señalarla con los dedos.
Al verse
tan rechazada, decidió cambiar de barriada
y, según pudieron saber, sigue muy sola y frustrada*.
Oyendo
esto las amigas, que eran cero rencorosas,
decidieron
ir a buscarla y perdonarle todas las cosas.
Lydia
comprendió al verlas que tenía su merecido,
que no eran dignas de odio y lo injusta que
había sido.
<<La
envidia daña en el alma al paciente receptor*,
pero más sufre quien la siente: éste es el
gran perdedor>>
<< ¡¡¡Qué
pena da quien malgasta, su tiempo, deseando lo ajeno;
más le valdría quererse y disfrutar de lo
propio, de lleno!!!>>
©Vegalur
Diccionario
de significados
*fardar: Presumir, chulearse
*injurioso/a: Ofensivo, irrespetuoso
*difamar: Calumniar, desprestigiar a
alguien publicando cosas contra él/ella o su buena fama.
*contertulia: Conversación que se sigue con
alguien
*caso omiso: No hacer caso, ignorar
*inquina: Odio, rabia, manía
*repudiado/a: Rechazado/a
*frustrado/a: Fracasado/a, desgraciado/a
*receptor/a: Destinatario, el que recibe