viernes, 14 de mayo de 2021

Dos lironas disfrutonas

 

Las lironas  Julia y Petra son dos amigas, muy divinas;

se conocen desde crías y ahora, además, son vecinas.

 

Las dos se independizaron y ambas ya están casadas,

aunque no tienen retoños que las tengan ocupadas.

 

Emplean muy bien su tiempo en actividades de ocio

y les gusta asistir a cursos, en un centro de negocios.

 

Van juntas a la compra y por la tarde a merendar:

conversan y se divierten , más no les gusta fardar*.

 

Saben que las critican algunas de sus vecindonas,

sobre todo las envidiosas y algunas aún solteronas.

 

La peor de ellas es Lydia, que es indiscreta y fisgona:

Es una topo injuriosa*, que es muy cotilla y soplona.

 

Al ver a las dos amigas tan alegres y siempre felices,

no tarda en inventar que les vio comiendo lombrices.

 

Cuando adrede busca a Petra, es por difamar* a Julia,

intentando hacerle daño y  solo por tener contertulia*.

 

Si ve a Julia, es lo mismo, aprovechando que están solas:

comienza a hablar mal de la otra, contándole mil trolas.

 

Las dos hacen caso omiso*, pues se adoran y respetan,

pero están ideando un plan para ver si la escarmientan.

 

Al comenzar el otoño y,  preparando su hibernación,

 mientras hacían las maletas, ensayaron su actuación.

 

Compungida y muy  alterada salió Julia de su chozo:

“¡Oíd, Petra ha desaparecido!”, decía entre sollozos.

 

Sabiendo que la chismosa descansaba en su topera,

voló a correr el rumor de que, ella, la culpable era.

 

Teniendo esa inquina* Lydia por las sociables lironas,

a nadie le extrañó que se le excitaran las neuronas.

 

Tras lanzar la bomba Julia, volvió con Petra y maridos;

huyendo de inmediato, para volver en un mes florido.

 

Siete o más meses pasaron sin dar señales de vida,

pero un bello día de mayo, recibieron su bienvenida.

 

El vecindario al completo, se alegró de su llegada;

solo faltaba la topo, pues había sido ya repudiada*:

 

Creyéndola ser la causante y de su marcha culpable,

le dieron todos la espalda y dejaron de ser amables.


Hartos de sus mentiras, sus envidias y sus enredos,

comenzaron a ignorarla y señalarla con los dedos.


Al verse tan rechazada, decidió cambiar de barriada

   y, según pudieron saber, sigue muy sola y frustrada*.

 

Oyendo esto las amigas, que eran cero rencorosas,

decidieron ir a buscarla y perdonarle todas las cosas.

 

Lydia comprendió al verlas que tenía su merecido,

 que no eran dignas de odio y lo injusta que había sido.

 

<<La envidia daña en el alma al paciente receptor*,

    pero más sufre quien la siente: éste es el gran perdedor>> 

 

<< ¡¡¡Qué pena da quien malgasta, su tiempo, deseando lo ajeno;

    más le valdría quererse y disfrutar de lo propio, de lleno!!!>>

 

  ©Vegalur

 

Diccionario de significados

*fardar: Presumir, chulearse

*injurioso/a: Ofensivo, irrespetuoso

*difamar: Calumniar, desprestigiar a alguien publicando cosas contra él/ella o su buena fama.

*contertulia: Conversación que se sigue con alguien

*caso omiso: No hacer caso, ignorar

*inquina: Odio, rabia, manía

*repudiado/a: Rechazado/a

*frustrado/a: Fracasado/a, desgraciado/a

*receptor/a: Destinatario, el que recibe

 

 

 

 


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