Cierto día, para alegría de todos, anunciaron la llegada a la aldea de un gran circo: “El circo mágico del Bosque “ se llamaba, pero nadie había oído nunca hablar de él. La primera en dar la noticia fue, para variar, Doña Cotorra a través de la emisora de radio y después Don Pregón se encargó de hacer lo propio. Todo el mundo empezó a comentar acerca de este circo pues nadie conocía de su existencia, ni en Villa Animalia ni tampoco en otras aldeas próximas .Había mucha expectación por verlo y los más pequeños estaban excitados dando saltos de alegría esperando con ansiedad el día de su apertura. Nadie quería perderse este espectáculo y en cuanto las entradas salieron a la venta, no quedó ni una sola por comprar.
No sabían que este hecho inesperado y alborotador, iba a venir a perturbar la paz de la aldea y a desestabilizar la tranquilidad y armonía de todos sus aldeanos; pero no adelantemos acontecimientos…Mientras, D. Leonardo - el alcalde- , se frotaba las manos de contento pues sería un día de gran júbilo en la aldea, aparte , ¡claro está !, de suponer un gran negocio para el pueblo; Con la venta de entradas para ver dicho espectáculo, habría enormes ganancias parte de las cuales serían recaudadas por sus ediles , pasando a formar parte de las arcas de su gobierno. Y así todos contentos…
Todos hablaban de este evento extraordinario en todas partes de la aldea: En la pastelería de Doña Picaflor, la abeja reina, en la carnicería de Don Rayado, el tigre felino , en la lechería de Doña Rumianta , la vaca con sobrepeso y hasta en la funeraria de Don Carroñero, el buitre flaco y estirado que miraba a todo el mundo por el rabillo del ojo . En la escuela por supuesto era fiesta desde que los peques se enteraron de la noticia ; de tal modo que D. Memorión , maestro y director de la pequeña escuela , un búho trasnochado y silencioso, tuvo que ponerse tapones en los oídos para que no le reventaran al oir los gritos desaforados de todos sus alumnos por los pasillos de la escuela .Los que más chillaban como es lógico eran los de la clase de infantil – La clase de la ratita Presumida , la maestra más cariñosa y dulce del colegio a la que los más chiquitines llamaban “ La Seño Presu“ .Todos en la clase saltaban y gritaban de contento, no hablando de otra cosa y olvidando sus tareas escolares; tanto era así que la Srta. Presumida tuvo que amenazarles, muy a su pesar, con dejarles sin recreo si no dejaban de alborotar.
Todas las mozas casaderas de la aldea habían ya empezado a pensar en sus mejores galas pues no sabían lo que se iban a encontrar allí: Quizás algún guapo saltimbanqui , un experto equilibrista o tal vez algún mago sensible que las enamorase y porqué no , pudiera declararles su amor. Hasta el solterón más popular D.Solera, aprovechando la ocasión, se decidió a invitar a la mocita más envidiada de la aldea y a la que nadie había conseguido todavía encandilar: Ella era Pecosita, una bonita y menuda salamandra , de belleza sin igual. Para sorpresa de él, ella aceptó su invitación y quedaron para verse una hora antes del comienzo del espectáculo.
¡Y por fín llegó el gran dia!... A las cinco de la tarde, todos se habían dado cita allí. En la puerta del recinto ferial, se encontraban Tentáculos y Manazas, los pulpos “ seguratas “ contratados por D. Leoncio en todas las celebraciones y festivales . Situados uno a cada lado de la puerta, no dejaban de vigilar en todas las direcciones para evitar las dichosas aglomeraciones y posibles altercados. Por eso, ordenaron a todo el mundo ponerse en fila para ir pasando después uno tras otro con sus entradas dentro de la enorme carpa que habían instalado allí los organizadores del circo. Ya en la entrada de la carpa, les esperaba el acomodador del propio circo, un gorila muy simpático que les iba indicando el lugar de sus asientos. Dentro del circo, no cabía ni una hormiga más pues el aforo estaba a reventar; Cuando todos hubieron cogido su sitio, una voz muy peculiar y algo chillona les anunció por el altavoz , que la función iba a comenzar… En efecto, se apagaron las luces y todos los gritos cesaron pues el presentador había hecho su aparición en el centro de la pista. Allí estaba, alumbrado por una gran luciérnaga, como si de un gran divo se tratara, el maestro de ceremonias quién se presentó a todos como D. Barbudo. Era un enorme león marino que resultaba algo cómico por sus enormes bigotes y su gran sobrepeso pero que dejaba intuir una gran autoridad. Comenzó a presentar el espectáculo adelantando todas las actuaciones que iban a disfrutar durante las dos horas de duración .Todos callaban expectantes, excepto Malolientey Putrefacta , dos hienas maleducadas que siempre importunaban con sus molestas y continuas risitas por cualquier cosa; de hecho más de una vez tuvieron que echarlas de los espectáculos celebrados en la aldea. Una de estas veces, en las que no paraban de reir por lo bajito, Don Percherón, un viejo y achacoso caballo, que había sido capitán de la policía y ahora estaba jubilado, se enfadó muchísimo y les mandó callar echándoles una gran bronca hasta que , por fín , D. Leonardo el alcalde, presente también junto a su familia, les amenazó desde su asiento preferente con echarlas de allí si continuaban incordiando .
Todo continuó sin incidentes y Don Barbudo siguió presentando la función . Tras él salieron dos personajes algo locuelos y destartalados que hicieron reir a todo el personal: Se trataba de los payasos Fétida yAntifaz , una mofeta y un mapache que con sus gracias hicieron las delicias de los más pequeños. Después de ellos, el presentador dio paso a un número circense muy bonito realizado por un equipo de focas bailarinas; eran capaces de lanzar balones con su hocico sin perder el equilibrio y dar palmas con sus aletas para marcarse un baile muy marchoso al mismo tiempo.
A continuación disfrutaron de lo lindo con el número de magia e ilusionismo a cargo del mago D. Misterio , un murciélago ciego llegado desde tierras rumanas quien hizo unos trucos y juegos ilusionistas que dieron mucho que hablar por su gran dificultad y emoción. Tras éste, los hermanos trapecistas que presentaron como “ La familia Monada “ unos chimpancés que dejaron boquiabiertos con sus números de saltos en el aire , en el trapecio y equilibrios en la cuerda… Con sus proezas, los pequeños no paraban de llevarse las manos a la boca para callar su susto con un Ohhhhhhhhhhh!!! .
Gustaron mucho las actuaciones de “ Los Pony “ una familia inglesa de caballos enanos, capaces de hacer piruetas y saltos alrededor de toda la pista sorteando vallas y obstáculos; también la de “ Los Africanos “ unos forzudos elefantes venidos de Kenia capaces de levantar cualquier cosa con su trompa; y la de los pulpos malabaristas cuyos juegos con bolos , aros y toda clase de artilugios encantaron a todos los presentes.
Otras actuaciones que hicieron disfrutar fueron las de “ Las hermanas Mimosa”, unas graciosas y flexibles gatitas de lo más lindo, capaces de doblar su cuerpo de mil y una manera posibles; así como un montón de juegos y disparates que llevaron a cabo los payasetes Fétida y Antifaz haciendo participar a los más pequeños ; y para cerrar finalmente el espectáculo, actuaron “ Los mejicanos bailones “ unos simpáticos y lindos chiguaguas que bailaron todo tipo de bailes latinos a un ritmo de lo más peculiar y sorprendente.Cuando el maestro de ceremonias entró en la pista de nuevo anunciando el fín de la función , un personaje extraño apareció con gran estupefacción de todos los presentes; era una especie animal desconocida por todos y aunque llevaba un disfraz de lo más esperpéntico para hacer reir, no provocó risas sino desconcierto ; Allí estaba en medio de la pista con un sombrero enorme , enormes bigotes y un látigo en la mano anunciando grandes sorpresas para los próximos días – En verdad el circo anunció que estaría en la aldea con su espectáculo durante cinco días – Acto seguido comenzó a lanzar unas carcajadas descomunales que provocaron el espanto de todos los vecinos , consiguiendo una espantada general , con atropellos incluidos. Al día siguiente en la aldea no se hablaba de otra cosa, aparte del fantástico espectáculo al que habían asistido.
Doña Chismosa , la chicharra más cotilla y entrometida del pueblo, se encargó de circular los rumores que comenzaban a correr por todos lados. Al parecer, esa especie animal desconocida era un Hombre disfrazado de no se sabe qué y para quien sabe qué fín .Todos habían oído hablar de Villa Humana pero nadie en realidad conocía los detalles de esa ciudad porque quedaba muy, pero que muy lejos de estos parajes. Y todos comenzaron a preguntarse, qué pintaría un hombre en el circo de la aldea y qué habría venido a hacer aquí …
Todos estos rumores , llegaron a oídos de los detectives más populares y queridos de la aldea D. Sabueso y D. Perspicaz, quienes enseguida se pusieron manos a la obra en su labor de investigación ... Eran dos ex-policías que ahora actuaban como detectives privados ; trabajan para la Comisaria municipal bajo las órdenes de D. Agudo , el viejo zorro , sargento de policía , desde tiempos inmemorables y ascendido ahora a comisario jefe . Sabueso era un perro labrador de mediana edad, de buen talante y con gran olfato; de padre pastor alemán bien adiestrado en las lides de cazar malechores. En cuanto a Perspicaz, se trataba de un setter de origen inglés, elegante y apuesto, algo más joven pero con la misma agudeza , inteligencia y sensatez que su compañero... Los dos detectives comenzaron a informarse y tras horas de búsqueda en sus archivos, descubrieron algún documento en el que se decía que en Villa Humana no había demasiada sensibilidad con el medio ambiente y no trataban a sus semejantes con el mismo respeto que ellos mismos desearan para sí mismos. Los humanos, habitantes de Villa Humana convivían también con algunos animales como los de su aldea pero no siempre les trataban de buen modo ; incluso se hablaba de casos de maltrato animal …
¡Bueno, bueno! - Comentó tras la lectura D. Sabueso - No conviene alarmar a la población con falsas acusaciones y adelantar acontecimientos. Quizás haya un humano en el circo, que por otro lado está de paso, y ¿Qué? De momento nada hay de malo en ello - añadió firme - . Es cierto que los circos no son habituales por estas tierras y quizás sean los humanos quienes dirigen este tipo de negocios pues son quienes tienen más dinero y poder pero no tienen porqué maltratar a sus empleados, sean animales o no....
Pero ya hemos visto que son cientos de animales los que actúan en el circo y eso es muy caro de mantener; ¿Puede dirigir un circo un solo humano ?
¿ Habría alguno más ?… - Comentó Perspicaz - Creo que no estaría de más acercarnos por el circo y comprobar estas cosas...
Vale - exclamó D. Sabueso- Nos dejaremos caer por allí como quien no quiere la cosa por saludarles y felicitarles por el espectáculo tan maravilloso del día anterior.
Vale - exclamó D. Sabueso- Nos dejaremos caer por allí como quien no quiere la cosa por saludarles y felicitarles por el espectáculo tan maravilloso del día anterior.
Dicho y hecho al día siguiente por la mañana se acercaron por allí con intención de preguntar por el dueño del circo. Se encontraron con unos caballos enanos que se disponían a coger agua de la fuente, quienes, algo vacilantes , les indicaron sin mediar palabra, un carromato que resultó ser el de D. Barbudo, el director del espectáculo. Se dirigieron a su caravana y muy atento el director les saludó, les dio las gracias por sus amables cumplidos y no les ofreció indicio alguno de ocultar algo ni dio señal alguna de que algo fuera mal. Preguntado por el animal desconocido y el látigo, D. Barbudo comentó con cierta sorna y una cierta risa nerviosa que era parte del show y el efecto causado por ese “ disfraz “ era precisamente el pretendido : Desconcertar y asombrar ; nada más que eso… Tras sus palabras, los detectives quedaron tranquilizados y volvieron a sus quehaceres sin volver a comentar el suceso.
Esa tarde, volvía a representarse otra función y algunos volverían a repetir; otros muchos, que se habían quedado sin entrada o habían estado ausentes el primer día de función, no estaban dispuestos a perdérselo.